Fotos y textos: Jaime Atria
Me di hartas vueltas antes de decidirme por pasar mis vacaciones en Isla Mujeres en México.
Temía que fuera una versión más pequeña de Cancún y menos entretenida que Playa del Carmen.
Pero apenas tomé el moderno, cómodo y rápido catamarán, que conduce a esta pequeña isla, mis temores comenzaron a disiparse. El viaje en sí ya te hace sentir como un ser privilegiado por el color del mar y la agradable temperatura de todo Quintana Ros. Y te sientes aún más privilegiado con la cordial bienvenida y atención que tienen todas las personas que de una u otra manera tienen la función de ofrecerte algún servicio.
Temía que fuera una versión más pequeña de Cancún y menos entretenida que Playa del Carmen.
Pero apenas tomé el moderno, cómodo y rápido catamarán, que conduce a esta pequeña isla, mis temores comenzaron a disiparse. El viaje en sí ya te hace sentir como un ser privilegiado por el color del mar y la agradable temperatura de todo Quintana Ros. Y te sientes aún más privilegiado con la cordial bienvenida y atención que tienen todas las personas que de una u otra manera tienen la función de ofrecerte algún servicio.
Llama la atención que Isla Mujeres es visitada preferentemente por americanos y canadienses. Resulta extraño escuchar el español de otra boca que no sea la de los lugareños, y personal de servicio en general. Por lo mismo, ser latino te da una ventaja ante los locales que se sienten más cómodos e identificados con personas de su mismo idioma y cultura.
Para mi mayor felicidad, el hotel todo incluido que elegimos al dedillo resultó estar ubicado justo frente a Playa Norte, una playa de aguas calmas de un color calipso casi fosforescente, y a pasos del principal boulevard de Isla Mujeres, donde se aglutinan restaurants, tiendas de artesanía, bares de música en vivo, karaoke y múltiples actividades para que la noche, la cerveza y el tequila se extiendan hasta la madrugada si lo que el cuerpo pide es jarana.
Para mi mayor felicidad, el hotel todo incluido que elegimos al dedillo resultó estar ubicado justo frente a Playa Norte, una playa de aguas calmas de un color calipso casi fosforescente, y a pasos del principal boulevard de Isla Mujeres, donde se aglutinan restaurants, tiendas de artesanía, bares de música en vivo, karaoke y múltiples actividades para que la noche, la cerveza y el tequila se extiendan hasta la madrugada si lo que el cuerpo pide es jarana.
Pensé que Isla Mujeres podría ser demasiado pequeña para pasar 12 días sin salir de su territorio. Pero a pesar de su tamaño, la isla tiene suficientes atractivos y actividades para pasarse sin salir de ella un par de semanas. El medio de transporte oficial son los carros de golf que puedes arrendar por 50 dólares al día y que te permiten recorrer la isla completa, deteniéndote en sus múltiples atractivos: Tirolesa sobre el mar, nado con delfines, tortugario de tortugas marinas y de tierra, buceo, paseos en diferentes tipos de embarcaciones para ir de pesca, bucear o simplemente bañarse y bailar al ritmo de música en vivo con “open bar”.
Tantas actividades, sumadas a mi deseo de descansar sin hacer nada, me disuadieron del plan de emergencia de volver al continente un par de días para volver a visitar Xel Ha, Xcaret o las pirámides de Tulum, visita que perfectamente se puede hacer en un día ya que el viaje en catamarán dura menos de 20 minutos.
Isla Mujeres es aún una isla de la fantasía porque todavía no es demasiado popular y no existen aglomeraciones en ninguna de sus diferentes propuestas turísticas. Se puede disfrutar a velocidad de carro de golf, deteniéndose cada cierto trecho para admirar y fotografiar la belleza de sus costas tranquilas y coloridas en la parte Norte pero inquietas , azules y bravías en la parte sur.
Tantas actividades, sumadas a mi deseo de descansar sin hacer nada, me disuadieron del plan de emergencia de volver al continente un par de días para volver a visitar Xel Ha, Xcaret o las pirámides de Tulum, visita que perfectamente se puede hacer en un día ya que el viaje en catamarán dura menos de 20 minutos.
Isla Mujeres es aún una isla de la fantasía porque todavía no es demasiado popular y no existen aglomeraciones en ninguna de sus diferentes propuestas turísticas. Se puede disfrutar a velocidad de carro de golf, deteniéndose cada cierto trecho para admirar y fotografiar la belleza de sus costas tranquilas y coloridas en la parte Norte pero inquietas , azules y bravías en la parte sur.