GRANDE TAILLE y TEMERARIO son las innovaciones de este cronógrafo que, como sus nombres sugieren, involucran importantes retos tecnológicos y de diseño.
Iniciado desde muy joven por su padre en el oficio de la relojería, Georges-Emile Eberhard tenía apenas 22 años cuando fundó, en la ciudad suiza de La-Chaux-de-Fonds, Eberhard & Co, empresa abocada a la manufactura de relojes y cronógrafos de extrema precisión.
Con la presentación de su primer ejemplar de bolsillo, en 1887, hizo historia. A partir de ese hito, la “innovación con tradición” se convirtió en su lema y nunca más dejó de crear diseños y mecanismos exclusivos.
Apenas despuntó el nuevo milenio, la Maison de Horlogerie presentó CHRONO4, un modelo de cronógrafo que revolucionaría la forma de medir el tiempo. Ahora, alineándose con las tendencias que reviven piezas de gran tamaño, CHRONO4 presenta el modelo GRANDE TAILLE, disponible en una versión deportiva –en acero inoxidable– y otra más sofisticada, en oro.
Con dimensiones definidas como “revolucionarias” –una caja de 43 mm–, el cronógrafo es resistente al agua y cuenta con cuatro contadores alineados horizontalmente, lo cual confiere a la lectura del tiempo una lógica secuencial. Todo bajo el predominio de complejos mecanismos patentados.
TEMERARIO, en tanto, también una variante nueva de CHRONO4, es un modelo que la marca ha situado en su propio súmmum de innovación técnica y de diseño. Con una apariencia tan desafiante como su nombre, el cronógrafo tiene forma tonneau, cristal cóncavo antirreflejo y un diseño sutilmente ergonómico que oculta la corona gracias a un original mecanismo. Todo para lograr una armonía estética acorde a la potencia del reloj de movimiento automático, el Eb250, con 28,800 oscilaciones y 42 horas de reserva de poder. Con brazalete de acero o correa de cuero, TEMERARIO resiste hasta 30 metros bajo el agua.