Por Ana Victoria Ochagavía
Fotos: Alejandro F. Fígola
Agradecimiento: Hotel W
Un homenaje al México prehispánico a través de una colección que trae de vuelta las túnicas y el arte plumario de los pueblos aborígenes, que evoca la colorida identidad de un pueblo orgulloso de sus tradiciones. Esa es la propuesta de Pineda Covalin para este 2011, elegida por la decoradora Vanessa Mac-Auliffe.
La fuente de inspiración de la colección 2011 de Pineda Covalin ha sido la época previa a la conquista española, donde el arte y la cultura nativa mexicana se desarrollaban con plena libertad, siguiendo los esquemas dictados por la naturaleza y aprovechando la nutrida paleta de colores que ofrecían un sinfín de plantas y pigmentos naturales. En esta colección, denominada “Nuestras tradiciones prehispánicas: Ritos y Poder”, las túnicas de arte plumario ocupan un lugar protagónico.
Con estas exclusivas prendas, la marca mexicana –centrada en transmutar las antiguas expresiones culturales en imágenes y símbolos afines a la vida moderna– rinde tributo a obras confeccionadas con plumas preciosas de diversas aves –entre ellas el quetzal–, entrelazadas con suma habilidad y precisión por mayas y aztecas. Estos pueblos utilizaron con gran maestría los recursos naturales, dando vida con el plumaje de aves locales a coloridos penachos, escudos y estandartes. Así, la colección utiliza precisamente estos diseños como matriz decorativa de las finas y sinuosas telas de sus túnicas, evocando –de paso– el folclore de un país orgulloso de su historia, rico en manifestaciones culturales y coloridas tradiciones populares, que han quedado plasmadas en el alma y la identidad de cada uno de sus habitantes.
Fotos: Alejandro F. Fígola
Agradecimiento: Hotel W
Un homenaje al México prehispánico a través de una colección que trae de vuelta las túnicas y el arte plumario de los pueblos aborígenes, que evoca la colorida identidad de un pueblo orgulloso de sus tradiciones. Esa es la propuesta de Pineda Covalin para este 2011, elegida por la decoradora Vanessa Mac-Auliffe.
La fuente de inspiración de la colección 2011 de Pineda Covalin ha sido la época previa a la conquista española, donde el arte y la cultura nativa mexicana se desarrollaban con plena libertad, siguiendo los esquemas dictados por la naturaleza y aprovechando la nutrida paleta de colores que ofrecían un sinfín de plantas y pigmentos naturales. En esta colección, denominada “Nuestras tradiciones prehispánicas: Ritos y Poder”, las túnicas de arte plumario ocupan un lugar protagónico.
Con estas exclusivas prendas, la marca mexicana –centrada en transmutar las antiguas expresiones culturales en imágenes y símbolos afines a la vida moderna– rinde tributo a obras confeccionadas con plumas preciosas de diversas aves –entre ellas el quetzal–, entrelazadas con suma habilidad y precisión por mayas y aztecas. Estos pueblos utilizaron con gran maestría los recursos naturales, dando vida con el plumaje de aves locales a coloridos penachos, escudos y estandartes. Así, la colección utiliza precisamente estos diseños como matriz decorativa de las finas y sinuosas telas de sus túnicas, evocando –de paso– el folclore de un país orgulloso de su historia, rico en manifestaciones culturales y coloridas tradiciones populares, que han quedado plasmadas en el alma y la identidad de cada uno de sus habitantes.