Por Andrés Denis
Fotos: © Bösendorfer
Nada más exclusivo y bello que los resultados de las joint venture entre marcas de Lujo, como es el caso del piano diseñado por Audi Design Studio para Bösendorfer, el prestigioso fabricante austríaco de pianos.
En conjunto, estamos frente a un piano moderno y elegante, minimalista, negro y metálico, pedales más que sobrios, listo para embelesar a quien esté cerca. El equipo de diseño de Audi estableció una colaboración muy estrecha con los especialistas de Bösendorfer, ya que claramente la automotriz por sí misma no tenía capacidad para la fabricación de un piano de cola. Bösendorfer es, desde 1928, un fiel referente de excelencia, calidad y acústica en este campo.
Uno de los aspectos más llamativos del diseño es, sin duda, la tapa, una innovación de Audi que da lugar a una generosa superficie fabricada en una sola pieza.
Según Wolfgang Egger, responsable del Audi Group Desing, “El proyecto fue una fuente de experiencia para nuestros jóvenes diseñadores que los beneficiará para el trabajo en el diseño de nuevos autos”.
Estos instrumentos tan extremadamente complejos, compuestos por elementos mecánicos sumamente delicados, demandan un nivel de precisión muy elevado con tolerancias de hasta la 500ª parte de un milímetro. Las cuerdas, de agudos a bajos, pueden ejercer una tensión de hasta 20 toneladas sobre el marco de metal del interior de la caja y las frecuencias de vibración y la calidad del sonido tienen que ser muy precisas.
Los diseñadores de Audi salieron airosos de este reto de creación y precisión extrema. Las generosas líneas de la superficie garantizan la claridad de las formas. No hay aplicaciones decorativas. Desde arriba se percibe cómo la tapa se integra en la caja principal, sin interrupciones, detalle que sutilmente provoca dirigir la atención del observador hacia el pianista. El teclado no tiene pieza alguna en sus extremos. Fieles al mismo espíritu purista de sus automóviles, los diseñadores han ocultado las bisagras de la tapa por encima del teclado.
Cuando se levanta la tapa principal y se fija con el soporte metálico de dos posiciones, el interior llama la atención de inmediato. Mientras la terminación en negro, clásica de cualquier piano, domina el exterior, para el interior se han elegido los colores típicos de Audi. La carcasa metálica es plateada en lugar de la clásica terminación en bronce, y las bandas de fieltro de la sordina aparecen en color blanco, en lugar del tono vino habitual. El sello de Audi Design, de acero inoxidable pulido, se ha visto reducido considerablemente para armonizar con la estética general del instrumento y aparece insertado en el frente del teclado.
La decisión de Audi de diseñar un piano de cola es la consecuencia lógica de muchos años de compromiso con la cultura. Ello incluye los festivales de jazz que se celebran en el Audi Forum de Ingolstadt, y en los que se podrá ver y escuchar el sonido del piano de cola de Audi Design.
Fotos: © Bösendorfer
Nada más exclusivo y bello que los resultados de las joint venture entre marcas de Lujo, como es el caso del piano diseñado por Audi Design Studio para Bösendorfer, el prestigioso fabricante austríaco de pianos.
En conjunto, estamos frente a un piano moderno y elegante, minimalista, negro y metálico, pedales más que sobrios, listo para embelesar a quien esté cerca. El equipo de diseño de Audi estableció una colaboración muy estrecha con los especialistas de Bösendorfer, ya que claramente la automotriz por sí misma no tenía capacidad para la fabricación de un piano de cola. Bösendorfer es, desde 1928, un fiel referente de excelencia, calidad y acústica en este campo.
Uno de los aspectos más llamativos del diseño es, sin duda, la tapa, una innovación de Audi que da lugar a una generosa superficie fabricada en una sola pieza.
Según Wolfgang Egger, responsable del Audi Group Desing, “El proyecto fue una fuente de experiencia para nuestros jóvenes diseñadores que los beneficiará para el trabajo en el diseño de nuevos autos”.
Estos instrumentos tan extremadamente complejos, compuestos por elementos mecánicos sumamente delicados, demandan un nivel de precisión muy elevado con tolerancias de hasta la 500ª parte de un milímetro. Las cuerdas, de agudos a bajos, pueden ejercer una tensión de hasta 20 toneladas sobre el marco de metal del interior de la caja y las frecuencias de vibración y la calidad del sonido tienen que ser muy precisas.
Los diseñadores de Audi salieron airosos de este reto de creación y precisión extrema. Las generosas líneas de la superficie garantizan la claridad de las formas. No hay aplicaciones decorativas. Desde arriba se percibe cómo la tapa se integra en la caja principal, sin interrupciones, detalle que sutilmente provoca dirigir la atención del observador hacia el pianista. El teclado no tiene pieza alguna en sus extremos. Fieles al mismo espíritu purista de sus automóviles, los diseñadores han ocultado las bisagras de la tapa por encima del teclado.
Cuando se levanta la tapa principal y se fija con el soporte metálico de dos posiciones, el interior llama la atención de inmediato. Mientras la terminación en negro, clásica de cualquier piano, domina el exterior, para el interior se han elegido los colores típicos de Audi. La carcasa metálica es plateada en lugar de la clásica terminación en bronce, y las bandas de fieltro de la sordina aparecen en color blanco, en lugar del tono vino habitual. El sello de Audi Design, de acero inoxidable pulido, se ha visto reducido considerablemente para armonizar con la estética general del instrumento y aparece insertado en el frente del teclado.
La decisión de Audi de diseñar un piano de cola es la consecuencia lógica de muchos años de compromiso con la cultura. Ello incluye los festivales de jazz que se celebran en el Audi Forum de Ingolstadt, y en los que se podrá ver y escuchar el sonido del piano de cola de Audi Design.