Por Debbie Gaulin
Fotos Gentileza Restaurant Guy Savoy
Los parisinos no deben temer. Los platos de su chef favorito seguirán privilegiando los ingredientes tradicionales, pero en su nueva y romántica ubicación, las vistas al Sena y al Pont Neuf harán toda la diferencia.
Durante 23 años, los parisinos se habituaron a acudir al barrio de l’Etoile –en el distrito 17 de París– para paladear las especialidades del proverbial chef Guy Savoy, dueño del restaurante que lleva su nombre, galardonado con tres estrellas Michelin, 19 Gault Millau, cuatro Bottin Gourmand y tres platos en la Guía Pudlowski, sin contar la triple A en “5-Diamond Award”. Pero como todo en la vida, Guy Savoy decidió cambiar. Y a partir del otoño de 2011 habrá que buscarlo en un acogedor refugio –donde predominan piedra, madera y cuero– en el primer piso del Hotel de la Monnaie.
Con una magnífica vista sobre el Sena, el Louvre y el romántico Pont Neuf, el restaurante seguirá deleitando a sus comensales con los platos que le dieron fama: el Pollo de Bresse con foie gras, la Sopa de alcachofas con trufa negra, los Langostinos con cítricos y brócoli y la mil hojas de vainilla. Y es que el secreto de este chef reputado a nivel mundial radica, precisamente, en que opta por los productos tradicionales, propios de su tierra, por sobre aquellos que suelen identificarse con Lujo y sofisticación.
La pasión de este cocinero está en preparar los tradicionales ingredientes que ofrece el terruño francés con métodos propios y tecnología gastronómica de vanguardia. Ese mix es el que resulta en platos definidos como “inolvidables” por los refinados paladares que visitan su restaurante, generoso en obras de arte y esculturas de factura propia. Guy Savoy es un artista, en la cocina y más allá de ella. En promedio, una comida a la carta en su restaurante puede costar alrededor de €200, incluyendo bebidas. Menús especiales como el Prestige Menu y el Set Menu: “Colours, Textures et Savours”, alcanzan los 285 y €360 Euros, respectivamente.
En su nuevo emplazamiento, cálido y contemporáneo, Guy Savoy ofrece diferentes ambientes, todos invariablemente glamorosos y refinados. Pequeños salones, íntimos y genuinos, como su cocina, invitan a comer con calma y serenidad, olvidando la vorágine que impera fuera de sus puertas, en la gran ciudad. En cada plato, el chef –quien se autodefine como un “artesano de la cocina”– rinde homenaje a lo que la tierra produce, al esfuerzo de los agricultores y trabajadores del campo y, por cierto, a los viñateros que han hecho historia en su país y se saben herederos de un legado invaluable.
Fotos Gentileza Restaurant Guy Savoy
Los parisinos no deben temer. Los platos de su chef favorito seguirán privilegiando los ingredientes tradicionales, pero en su nueva y romántica ubicación, las vistas al Sena y al Pont Neuf harán toda la diferencia.
Durante 23 años, los parisinos se habituaron a acudir al barrio de l’Etoile –en el distrito 17 de París– para paladear las especialidades del proverbial chef Guy Savoy, dueño del restaurante que lleva su nombre, galardonado con tres estrellas Michelin, 19 Gault Millau, cuatro Bottin Gourmand y tres platos en la Guía Pudlowski, sin contar la triple A en “5-Diamond Award”. Pero como todo en la vida, Guy Savoy decidió cambiar. Y a partir del otoño de 2011 habrá que buscarlo en un acogedor refugio –donde predominan piedra, madera y cuero– en el primer piso del Hotel de la Monnaie.
Con una magnífica vista sobre el Sena, el Louvre y el romántico Pont Neuf, el restaurante seguirá deleitando a sus comensales con los platos que le dieron fama: el Pollo de Bresse con foie gras, la Sopa de alcachofas con trufa negra, los Langostinos con cítricos y brócoli y la mil hojas de vainilla. Y es que el secreto de este chef reputado a nivel mundial radica, precisamente, en que opta por los productos tradicionales, propios de su tierra, por sobre aquellos que suelen identificarse con Lujo y sofisticación.
La pasión de este cocinero está en preparar los tradicionales ingredientes que ofrece el terruño francés con métodos propios y tecnología gastronómica de vanguardia. Ese mix es el que resulta en platos definidos como “inolvidables” por los refinados paladares que visitan su restaurante, generoso en obras de arte y esculturas de factura propia. Guy Savoy es un artista, en la cocina y más allá de ella. En promedio, una comida a la carta en su restaurante puede costar alrededor de €200, incluyendo bebidas. Menús especiales como el Prestige Menu y el Set Menu: “Colours, Textures et Savours”, alcanzan los 285 y €360 Euros, respectivamente.
En su nuevo emplazamiento, cálido y contemporáneo, Guy Savoy ofrece diferentes ambientes, todos invariablemente glamorosos y refinados. Pequeños salones, íntimos y genuinos, como su cocina, invitan a comer con calma y serenidad, olvidando la vorágine que impera fuera de sus puertas, en la gran ciudad. En cada plato, el chef –quien se autodefine como un “artesano de la cocina”– rinde homenaje a lo que la tierra produce, al esfuerzo de los agricultores y trabajadores del campo y, por cierto, a los viñateros que han hecho historia en su país y se saben herederos de un legado invaluable.