Por Héctor Riquelme, Brand Ambassador Johnnie Walker & Sommelier
Foto Gentileza Diageo Chile
Blue Label, un whisky único, que mezcla la selección más exclusiva de los mejores whiskies de grano y maltas que tienen hasta 50 años de envejecimiento.
Hace más de 200 años un joven de 14 años quedó huérfano y decidió vender la granja familiar para poner una tienda en Kilmarnock, en Escocia. Al entrar en el negocio de venta de whisky se dio cuenta que éstos eran bastante inconsistentes, y al poco tiempo su hijos y nietos lo siguieron en su visión de hacer uno de los mejores whiskies del mundo, ese granjero de la época victoriana se llamaba John Walker. En 1860, su hijo Alexander tomó la decisión de crear la clásica forma cuadrada de la botella que nos acompaña hasta el día de hoy, encontrando gran aceptación en los distintos mercados ya que se quebraban menos y se guardaban con mayor facilidad. Pero Alexander no estaba contento con ser el mejor maestro mezclador de whiskies de Escocia, buscaba el tributo a su padre con una obra maestra y así nació, en el siglo XX, Johnnie Walker Blue Label, un whisky único, que mezcla la selección más exclusiva de los mejores whiskies de grano y maltas que tienen hasta 50 años de envejecimiento. Sólo una de cada mil barricas alcanza la calidad suficiente para incluirse en Blue Label , entregando a Blue la elegancia, la profundidad, el carácter y la complejidad que resumen en este gran whisky el símbolo de progreso de la casa Walker. 200 años después, ese gran padre sigue caminando junto a sus descendientes y no muestra ninguna señal de querer detenerse.
Foto Gentileza Diageo Chile
Blue Label, un whisky único, que mezcla la selección más exclusiva de los mejores whiskies de grano y maltas que tienen hasta 50 años de envejecimiento.
Hace más de 200 años un joven de 14 años quedó huérfano y decidió vender la granja familiar para poner una tienda en Kilmarnock, en Escocia. Al entrar en el negocio de venta de whisky se dio cuenta que éstos eran bastante inconsistentes, y al poco tiempo su hijos y nietos lo siguieron en su visión de hacer uno de los mejores whiskies del mundo, ese granjero de la época victoriana se llamaba John Walker. En 1860, su hijo Alexander tomó la decisión de crear la clásica forma cuadrada de la botella que nos acompaña hasta el día de hoy, encontrando gran aceptación en los distintos mercados ya que se quebraban menos y se guardaban con mayor facilidad. Pero Alexander no estaba contento con ser el mejor maestro mezclador de whiskies de Escocia, buscaba el tributo a su padre con una obra maestra y así nació, en el siglo XX, Johnnie Walker Blue Label, un whisky único, que mezcla la selección más exclusiva de los mejores whiskies de grano y maltas que tienen hasta 50 años de envejecimiento. Sólo una de cada mil barricas alcanza la calidad suficiente para incluirse en Blue Label , entregando a Blue la elegancia, la profundidad, el carácter y la complejidad que resumen en este gran whisky el símbolo de progreso de la casa Walker. 200 años después, ese gran padre sigue caminando junto a sus descendientes y no muestra ninguna señal de querer detenerse.