Por Alejandro F. Fígola
Imágenes © ARMAN
Un nuevo concepto en yates, tanto en el diseño como en la sustentabilidad ambiental. Esa es la propuesta del estudio de diseño ARMAN, más comprometido con valores estéticos y sociales que con modas transitorias.
Antiguo diseñador de la casa BMW, el belga Arman Fissette creó su estudio de diseño ARMAN con varias claridades en mente. Una de ellas, dar vida a diseños genuinos, ajenos a tendencias pasajeras, y asumir conscientemente deberes y responsabilidades con el medio ambiente.
Por esta razón, cuando se propuso abocarse a la gran pasión de su vida –diseñar yates– no lo hizo pensando en ejemplares de dimensiones exageradas, ruidosos, con motores altamente contaminantes o diseños rebuscados para llamar la atención. Por el contrario, vio en la idea del “monolito” una inspiración suficientemente fuerte como para generar embarcaciones elegantes, de líneas sobrias e innegable carisma. Siempre alineado con la idea de que un diseño visionario no tiene valor social ni económico alguno, a menos que sea factible de transar en el mercado.
Con un largo de 90 metros entre proa y popa, Dune 90, su última creación, es un yate de exploración, equipado para cualquier tipo de viaje: acuático, aéreo o terrestre. Así, cuenta a bordo con un hangar para helicópteros, amarradero para submarinos y garaje con cuatro vehículos 4x4, entre otras ventajas.
Imágenes © ARMAN
Un nuevo concepto en yates, tanto en el diseño como en la sustentabilidad ambiental. Esa es la propuesta del estudio de diseño ARMAN, más comprometido con valores estéticos y sociales que con modas transitorias.
Antiguo diseñador de la casa BMW, el belga Arman Fissette creó su estudio de diseño ARMAN con varias claridades en mente. Una de ellas, dar vida a diseños genuinos, ajenos a tendencias pasajeras, y asumir conscientemente deberes y responsabilidades con el medio ambiente.
Por esta razón, cuando se propuso abocarse a la gran pasión de su vida –diseñar yates– no lo hizo pensando en ejemplares de dimensiones exageradas, ruidosos, con motores altamente contaminantes o diseños rebuscados para llamar la atención. Por el contrario, vio en la idea del “monolito” una inspiración suficientemente fuerte como para generar embarcaciones elegantes, de líneas sobrias e innegable carisma. Siempre alineado con la idea de que un diseño visionario no tiene valor social ni económico alguno, a menos que sea factible de transar en el mercado.
Con un largo de 90 metros entre proa y popa, Dune 90, su última creación, es un yate de exploración, equipado para cualquier tipo de viaje: acuático, aéreo o terrestre. Así, cuenta a bordo con un hangar para helicópteros, amarradero para submarinos y garaje con cuatro vehículos 4x4, entre otras ventajas.
Concebido como un espacio abierto, donde incluso los interiores se conectan con el paisaje a través de enormes ventanales que permiten el ingreso generoso de luz natural, el yate cuenta con 10 cabinas para huéspedes más la del capitán, con lo cual es capaz de albergar hasta 22 personas. Esto además de las instalaciones para 28 tripulantes, dispuestos para atender cualquier necesidad de los pasajeros. En cuanto a los decks superiores, estos están protegidos por un gran atrio de paneles de cristal recubiertos con titanio, que filtra la luz, confiere una sensación de privacidad y, al mismo tiempo, mantiene a los viajeros en contacto con el exterior a través de los ya mencionados ventanales. Con esto se buscó una diferenciación armónica e integrada entre el casco y la súper estructura, y también alivianar el peso de la nave en pro de disminuir el consumo de combustible y la emisión de contaminantes.
Los interiores mantienen también el concepto de eficiencia, con un mobiliario simple, funcional y de líneas modernas, que no acapara más espacio del estrictamente necesario.
“Los cambios que están teniendo lugar a nivel mundial y la necesidad de ser responsables y conscientes con nuestro planeta nos llevaron a mudar ciertos valores en nuestra empresa, como hacer un giro radical desde la cantidad a la calidad y a optar en todo momento por optimizar la eficiencia”, enfatiza Fissette.
Los interiores mantienen también el concepto de eficiencia, con un mobiliario simple, funcional y de líneas modernas, que no acapara más espacio del estrictamente necesario.
“Los cambios que están teniendo lugar a nivel mundial y la necesidad de ser responsables y conscientes con nuestro planeta nos llevaron a mudar ciertos valores en nuestra empresa, como hacer un giro radical desde la cantidad a la calidad y a optar en todo momento por optimizar la eficiencia”, enfatiza Fissette.