La carrocería original se basó en un Chevy Nova renovado; sin embargo, el nuevo modelo era más robusto y más fuerte. El auto contaba con una versión descapotable y una esbelta carrocería de capó largo y parte trasera corta, partiendo de un motor de seis cilindros de 150 caballos para el modelo Rally Sport, y hasta los 375 caballos de fuerza en el modelo Super Sport (SS).
En 1970 irrumpió la segunda generación del Camaro. Entonces -a raíz de los conflictos petroleros- el gobierno norteamericano creó regulaciones en el consumo de combustible de los autos para hacerlos más eficientes. Esto significó reducciones drásticas en la potencia de los motores; y no fue hasta mediados de la década de los 80 cuando volvió a superar los 200 hp.