
Textos y fotos Arq. Paula Gutiérrez Erlandsen
Interiorismo llevado al máximo esplendor con cultura y elegancia.
La palabra “elegancia” se usa muy escasamente para definir obras arquitectónicas. Quizás porque la mayor parte de las veces no viene al caso hacerlo. Pero el Neues Museum, emplazado en la Isla de los Museos, en Berlín, Alemania, rompe con ese patrón. Y es que si hay algo que traspasa los muros de su estructura y se apodera del ambiente, eso es precisamente estilo y elegancia. Se trata de una obra mayor –de esas que no abundan– que transporta y deja mudo de admiración.
En 1997, el arquitecto inglés Sir David Chipperfield comenzó a pensar en la forma de intervenir el edificio diseñado por el arquitecto y constructor prusiano Friedrich August Stüler en el siglo XIX, el cual había sido ferozmente bombardeado durante la Segunda Guerra Mundial hasta quedar reducido a ruinas.
Aunque había suficiente documentación, para reinstalar este recinto centrado en el arte egipcio, Chipperfield se negaba a hacer arqueología o a crear una obra radicalmente nueva, obviando el pasado. Por cierto, había que hablar de Berlín, de la historia de la colección, construir un palacio digno de la maravillosa Nefertiti, dialogar con el siglo XX y sus guerras y, sobre todo, exudar esperanza en el futuro. Todo esto en una sola ambiciosa obra.
Por el resultado conseguido, David Chipperfield se hizo acreedor al título de Sir. Trabajó incansablemente durante 10 años, paso a paso, diseñando una sala a la vez. Respetó texturas originales, eliminó excesos, creó nuevos y espléndidos espacios. Con refinamiento infinito, cada una de las vitrinas fue concebida, de la mano de museólogos y artistas, pensando en las miles de piezas que allí serían exhibidas. Cada período o sección contó con una ambientación única, sorprendente y unitaria. Así, este genial arquitecto logró hacer de la historia mucho más que un relato, una realidad que se vive entre paredes que parecen hablar. No en vano se ha dicho que, más que un centro de exposiciones históricas, el Neues Museum es un monumento a la belleza universal.
Interiorismo llevado al máximo esplendor con cultura y elegancia.
La palabra “elegancia” se usa muy escasamente para definir obras arquitectónicas. Quizás porque la mayor parte de las veces no viene al caso hacerlo. Pero el Neues Museum, emplazado en la Isla de los Museos, en Berlín, Alemania, rompe con ese patrón. Y es que si hay algo que traspasa los muros de su estructura y se apodera del ambiente, eso es precisamente estilo y elegancia. Se trata de una obra mayor –de esas que no abundan– que transporta y deja mudo de admiración.
En 1997, el arquitecto inglés Sir David Chipperfield comenzó a pensar en la forma de intervenir el edificio diseñado por el arquitecto y constructor prusiano Friedrich August Stüler en el siglo XIX, el cual había sido ferozmente bombardeado durante la Segunda Guerra Mundial hasta quedar reducido a ruinas.
Aunque había suficiente documentación, para reinstalar este recinto centrado en el arte egipcio, Chipperfield se negaba a hacer arqueología o a crear una obra radicalmente nueva, obviando el pasado. Por cierto, había que hablar de Berlín, de la historia de la colección, construir un palacio digno de la maravillosa Nefertiti, dialogar con el siglo XX y sus guerras y, sobre todo, exudar esperanza en el futuro. Todo esto en una sola ambiciosa obra.
Por el resultado conseguido, David Chipperfield se hizo acreedor al título de Sir. Trabajó incansablemente durante 10 años, paso a paso, diseñando una sala a la vez. Respetó texturas originales, eliminó excesos, creó nuevos y espléndidos espacios. Con refinamiento infinito, cada una de las vitrinas fue concebida, de la mano de museólogos y artistas, pensando en las miles de piezas que allí serían exhibidas. Cada período o sección contó con una ambientación única, sorprendente y unitaria. Así, este genial arquitecto logró hacer de la historia mucho más que un relato, una realidad que se vive entre paredes que parecen hablar. No en vano se ha dicho que, más que un centro de exposiciones históricas, el Neues Museum es un monumento a la belleza universal.