Por Arq. Ernesto Barreda F. / Arq. Yves Besançon P.
Dubai ostenta varios records en el mundo: el edificio más alto –el Burj Dubai con 818 m–, el hotel más alto –el Rose Rotana con 333 m, a punto de inaugurar– el mall más grande, el edificio de vivienda más grande, entre otros.
La historia de Dubai se remonta al siglo XVI, en el que la explotación de las perlas en el Golfo Pérsico, lo hizo conocido en Occidente, más precisamente en Venecia que era gran compradora de las preciadas esferas. Tres siglos más tarde Dubai fue conquistado por la tribu de Bani Yas y tras continuas disputas con Abu Dhabi a fines del siglo XIX, se convirtió, junto con los otros Emiratos que conformaban la Unión de Emiratos Árabes, en un protectorado del Reino Unido de Gran Bretaña. Ubicado estratégicamente, Dubai se transformó en un próspero Estado considerado como parada obligada de los comerciantes de perlas, las que exportaba al resto del mundo. En el año 1971, Dubai y otros seis Emiratos formaron los Emiratos Árabes Unidos, adoptando una única moneda, el Dirham, en 1973.
Con un millón y medio de habitantes, de los cuales solo un 20 % son nacionales (emiratís) y el resto extranjeros, el petróleo es un ingreso pequeño en su economía y con fecha de término, por lo que el gobierno ha comenzado desde hace unos ocho a diez años, a invertir en gigantescos desarrollos industriales y turísticos, gracias al bajo costo de la energía y leyes muy favorables a estas inversiones. Esto con la decidida política de inversión de diversificación del gobierno, léase de su líder el Sheikh Mohammed Bin Rashid, hacia una economía basada en los servicios y el turismo, ha sido determinante en el explosivo desarrollo inmobiliario del Emirato.
Edificios emblemáticos como el Burj Al Arab, el hotel más lujoso del mundo, (3a edición de BORA Magazine), plantado como una vela de teflón y aluminio, en medio del mar, proyectado por Atkins and Partners, con un diseño de vanguardia en el que la forma pareció ser el principal elemento a considerar en su iconográfica concepción es, sin embargo, un extraordinario ejemplo de Arquitectura localista con la utilización de las más innovadoras tecnologías y materiales del mañana en una propuesta audaz y única.
La gran torre Burj Dubai, en la que se alcanzará los 818 metros, ya es la estructura más alta del mundo superando a Taipei 101. Este edificio que tendrá 54 ascensores y 205 pisos, será el símbolo del Emirato con sus 345,000 m2 construidos. Proyecto de Skidmore, Owins and Merril, (SOM) es el rascacielos más alto proyectado por esta prestigiada oficina norteamericana. Ubicado en el conjunto Downtown Burj Dubai, en el que además se encuentra el mall más grande del mundo, el Dubai Mall, SOM se inspiró para sus plantas, en la flor regional: el Himenocallis, de seis pétalos geométricos, los que fueron estilizándose hasta tener su forma final de tres alas que suben a diferentes alturas en forma de espiral aguzando la forma de la torre. Su costo de más de 800 millones de dólares y su sofisticada estructura sobre pilotes de 150 cm de diámetro, enclavados hasta 50 metros de profundidad y su forma, como respuesta a las fuertes prestaciones de viento, lo ubican entre los más singulares edificios del siglo XXI. La piel que lo revestirá será de alto estándar fabricada íntegramente en China. Su inauguración está prevista para mediados del 2009.
El edificio Pentominium es otro de los íconos de Dubai, con 618 metros de altura y 120 pisos, se prevé su apertura para el año 2011. Su uso, solo habitacional, lo ubicará como el más alto en su tipo en el mundo. Proyectado por Aedas Arquitectos, tendrá departamentos de 600 m2, los más lujosos del mundo. La forma de sus plantas se concibió con diferentes geometrías, dependiendo de su orientación; hacia el Sur su forma curva enfrenta los fuertes vientos del lugar y los seis niveles balconeados en grupos de seis pisos, orientados hacia el Norte, generan jardines abiertos en sky gardens sobre cada uno de ellos. La estilizada estructura será otro de los íconos de la ciudad. Su piel lisa y sin alardes formales es como la suave superficie de un cristal pulido, simple y pura, con la textura de una perla.
En general los grandes arquitectos de hoy están haciendo de Dubai un centro de monumentos arquitectónicos, aprovechando las nuevas tecnologías, el dinero que se gasta a raudales y sin medida, y la imaginación sin límite de sus propios egos. En los años venideros veremos a otros Starchitects como Zaha Hadid convertir sus proyectos en realidad como las Signing Towers que parecieran bailar entre los otros edificios o como el Performing Arts Center que se abalanza sobre las aguas como un reptil al acecho.
Constantinopla fue el centro del mundo y capital del Imperio Romano, la nueva Roma, con una rápida y formidable construcción de edificios, la que al igual que en el Dubai de hoy, tuvo como premisa y como propósito, ubicarla en el mapa del mundo como el centro del progreso y la capital de una nueva forma de vida: la de la fastuosidad y la opulencia, el gasto sin medida y el lujo sin vergüenza. Tal como ocurrió en la Constantinopla de Constantino, en la que él creó la primera Universidad del mundo y una gran cantidad de edificios públicos que fueron alhajados con las mejores obras de arte del Imperio, Dubai pretende además ser el centro de la cultura musulmana y su ejemplo hace pensar que sus hermanos lo imitarán en un futuro cercano. ¿Será como ha dicho Joachim Hauser quien augura que: “Dubai ha marcado el comienzo de una nueva era en la Arquitectura”? La aspiración del hombre para alcanzar las nubes con mega construcciones ya no es un sueño que algunos podían alcanzar, hoy es pan de cada día y en diez años Dubai concentra la mayor cantidad de rascacielos y grandes proyectos del mundo.
Dubai ostenta varios records en el mundo: el edificio más alto –el Burj Dubai con 818 m–, el hotel más alto –el Rose Rotana con 333 m, a punto de inaugurar– el mall más grande, el edificio de vivienda más grande, entre otros.
La historia de Dubai se remonta al siglo XVI, en el que la explotación de las perlas en el Golfo Pérsico, lo hizo conocido en Occidente, más precisamente en Venecia que era gran compradora de las preciadas esferas. Tres siglos más tarde Dubai fue conquistado por la tribu de Bani Yas y tras continuas disputas con Abu Dhabi a fines del siglo XIX, se convirtió, junto con los otros Emiratos que conformaban la Unión de Emiratos Árabes, en un protectorado del Reino Unido de Gran Bretaña. Ubicado estratégicamente, Dubai se transformó en un próspero Estado considerado como parada obligada de los comerciantes de perlas, las que exportaba al resto del mundo. En el año 1971, Dubai y otros seis Emiratos formaron los Emiratos Árabes Unidos, adoptando una única moneda, el Dirham, en 1973.
Con un millón y medio de habitantes, de los cuales solo un 20 % son nacionales (emiratís) y el resto extranjeros, el petróleo es un ingreso pequeño en su economía y con fecha de término, por lo que el gobierno ha comenzado desde hace unos ocho a diez años, a invertir en gigantescos desarrollos industriales y turísticos, gracias al bajo costo de la energía y leyes muy favorables a estas inversiones. Esto con la decidida política de inversión de diversificación del gobierno, léase de su líder el Sheikh Mohammed Bin Rashid, hacia una economía basada en los servicios y el turismo, ha sido determinante en el explosivo desarrollo inmobiliario del Emirato.
Edificios emblemáticos como el Burj Al Arab, el hotel más lujoso del mundo, (3a edición de BORA Magazine), plantado como una vela de teflón y aluminio, en medio del mar, proyectado por Atkins and Partners, con un diseño de vanguardia en el que la forma pareció ser el principal elemento a considerar en su iconográfica concepción es, sin embargo, un extraordinario ejemplo de Arquitectura localista con la utilización de las más innovadoras tecnologías y materiales del mañana en una propuesta audaz y única.
La gran torre Burj Dubai, en la que se alcanzará los 818 metros, ya es la estructura más alta del mundo superando a Taipei 101. Este edificio que tendrá 54 ascensores y 205 pisos, será el símbolo del Emirato con sus 345,000 m2 construidos. Proyecto de Skidmore, Owins and Merril, (SOM) es el rascacielos más alto proyectado por esta prestigiada oficina norteamericana. Ubicado en el conjunto Downtown Burj Dubai, en el que además se encuentra el mall más grande del mundo, el Dubai Mall, SOM se inspiró para sus plantas, en la flor regional: el Himenocallis, de seis pétalos geométricos, los que fueron estilizándose hasta tener su forma final de tres alas que suben a diferentes alturas en forma de espiral aguzando la forma de la torre. Su costo de más de 800 millones de dólares y su sofisticada estructura sobre pilotes de 150 cm de diámetro, enclavados hasta 50 metros de profundidad y su forma, como respuesta a las fuertes prestaciones de viento, lo ubican entre los más singulares edificios del siglo XXI. La piel que lo revestirá será de alto estándar fabricada íntegramente en China. Su inauguración está prevista para mediados del 2009.
El edificio Pentominium es otro de los íconos de Dubai, con 618 metros de altura y 120 pisos, se prevé su apertura para el año 2011. Su uso, solo habitacional, lo ubicará como el más alto en su tipo en el mundo. Proyectado por Aedas Arquitectos, tendrá departamentos de 600 m2, los más lujosos del mundo. La forma de sus plantas se concibió con diferentes geometrías, dependiendo de su orientación; hacia el Sur su forma curva enfrenta los fuertes vientos del lugar y los seis niveles balconeados en grupos de seis pisos, orientados hacia el Norte, generan jardines abiertos en sky gardens sobre cada uno de ellos. La estilizada estructura será otro de los íconos de la ciudad. Su piel lisa y sin alardes formales es como la suave superficie de un cristal pulido, simple y pura, con la textura de una perla.
En general los grandes arquitectos de hoy están haciendo de Dubai un centro de monumentos arquitectónicos, aprovechando las nuevas tecnologías, el dinero que se gasta a raudales y sin medida, y la imaginación sin límite de sus propios egos. En los años venideros veremos a otros Starchitects como Zaha Hadid convertir sus proyectos en realidad como las Signing Towers que parecieran bailar entre los otros edificios o como el Performing Arts Center que se abalanza sobre las aguas como un reptil al acecho.
Constantinopla fue el centro del mundo y capital del Imperio Romano, la nueva Roma, con una rápida y formidable construcción de edificios, la que al igual que en el Dubai de hoy, tuvo como premisa y como propósito, ubicarla en el mapa del mundo como el centro del progreso y la capital de una nueva forma de vida: la de la fastuosidad y la opulencia, el gasto sin medida y el lujo sin vergüenza. Tal como ocurrió en la Constantinopla de Constantino, en la que él creó la primera Universidad del mundo y una gran cantidad de edificios públicos que fueron alhajados con las mejores obras de arte del Imperio, Dubai pretende además ser el centro de la cultura musulmana y su ejemplo hace pensar que sus hermanos lo imitarán en un futuro cercano. ¿Será como ha dicho Joachim Hauser quien augura que: “Dubai ha marcado el comienzo de una nueva era en la Arquitectura”? La aspiración del hombre para alcanzar las nubes con mega construcciones ya no es un sueño que algunos podían alcanzar, hoy es pan de cada día y en diez años Dubai concentra la mayor cantidad de rascacielos y grandes proyectos del mundo.