Textos Ana Ochagavía Toledo
Fotos © OMAS S.r.l.
Detrás del delicado diseño, la finísima factura y lo que puede decir de una persona el hecho de sacar del bolsillo una pluma OMAS, hay una historia de emprendimiento, buen gusto innato y amor por el Lujo. Cada creación de la marca nos transporta invariablemente al mismo origen: Armando Simoni.
Oriundo de la ciudad italiana de Bolonia, era un amante de la cultura griega y, al mismo tiempo, un gran técnico y artista. En 1925 fundó OMAS –Officina Meccanica Armando Simoni–, un pequeño taller que pronto se transformaría en una compañía de renombre internacional. Allí vertería toda su creatividad y pasión por el mundo de los estilógrafos.
El gran salto lo dio cuando fue nombrado Caballero de la Corona Italiana y se hizo conocido como el “Cavaliere Simoni”. De ahí en más tejió una trayectoria llena de éxitos, entre ellos el desarrollo de complejos equipos para obtener las molduras y el esmerilado preciso de las puntas de los plumines. En el camino creó productos únicos en su especie: la “pluma doctor” –con un pequeño termómetro oculto en el cuerpo del estilo–; la pluma fuente y elegantes modelos en celuloide y titanio.
En 1958, su hija Rafaella y su marido, Angelo Malaguti, asumieron el control de la empresa, perpetuando la filosofía del fundador. En 1983, Gianluca Malaguti, nieto del “Cavaliere”, se unió al proyecto familiar haciendo gala de una predisposición hacia la búsqueda de la belleza de los estilógrafos, utilizando materiales preciosos y un artesanado prolijo. Actualmente la empresa forma parte del holding Xinyu Hengdeli Group, líder en la distribución de objetos de Lujo en Asia.
Fotos © OMAS S.r.l.
Detrás del delicado diseño, la finísima factura y lo que puede decir de una persona el hecho de sacar del bolsillo una pluma OMAS, hay una historia de emprendimiento, buen gusto innato y amor por el Lujo. Cada creación de la marca nos transporta invariablemente al mismo origen: Armando Simoni.
Oriundo de la ciudad italiana de Bolonia, era un amante de la cultura griega y, al mismo tiempo, un gran técnico y artista. En 1925 fundó OMAS –Officina Meccanica Armando Simoni–, un pequeño taller que pronto se transformaría en una compañía de renombre internacional. Allí vertería toda su creatividad y pasión por el mundo de los estilógrafos.
El gran salto lo dio cuando fue nombrado Caballero de la Corona Italiana y se hizo conocido como el “Cavaliere Simoni”. De ahí en más tejió una trayectoria llena de éxitos, entre ellos el desarrollo de complejos equipos para obtener las molduras y el esmerilado preciso de las puntas de los plumines. En el camino creó productos únicos en su especie: la “pluma doctor” –con un pequeño termómetro oculto en el cuerpo del estilo–; la pluma fuente y elegantes modelos en celuloide y titanio.
En 1958, su hija Rafaella y su marido, Angelo Malaguti, asumieron el control de la empresa, perpetuando la filosofía del fundador. En 1983, Gianluca Malaguti, nieto del “Cavaliere”, se unió al proyecto familiar haciendo gala de una predisposición hacia la búsqueda de la belleza de los estilógrafos, utilizando materiales preciosos y un artesanado prolijo. Actualmente la empresa forma parte del holding Xinyu Hengdeli Group, líder en la distribución de objetos de Lujo en Asia.
OMAS FOR MASERATI
El encuentro entre OMAS y Maserati no tiene nada de casual. Ambas firmas nacieron en Bolonia y en las dos es simple detectar una intensa pasión por la excelencia y exclusividad.
La edición limitada OMAS for Maserati –1,200 plumas fuentes y 715 estilógrafos rollerball– es un reflejo de estos valores y una interpretación aguda del espíritu deportivo y elegante del hombre que privilegia las dos marcas.
Fabricada en 9250/00 plata sólida y con un diseño aerodinámico que evoca el más moderno e innovador modelo de la casa automotriz –el Gran Turismo–, la pluma tiene una terminación satinada y finas incisiones que resaltan su forma cónica. La tonalidad exterior contrasta con el brillo del clip de la tapa y el plumín de oro blanco de 18 quilates. En este último pueden verse los emblemas de ambas compañías devotas del glamour. Cada pluma fuente de la exclusiva colección tiene un valor de €1,850.
ARTE ITALIANO
En la década del 30, las plumas OMAS resaltaban entre otros estilógrafos de celuloide por sus modelos, soluciones técnicas y amplia gama de colores y diseños. Así fue como la colección conocida como Wild pronto llegó a ser el inconfundible sello de la marca.
A través de ella, Armando Simoni quiso transmitir su particular visión de la Vía Láctea. No obstante, durante la Segunda Guerra Mundial la producción se suspendió. Fue recién en 1990 que volvió a la vida luego de una ardua investigación, utilizando los mismos métodos que en el pasado. Hoy, rebautizada como Arte Italiana, cuenta entre sus modelos a The Paragon y Milord, entre otros, cuyo proceso de fabricación es tan minucioso que toma 100 días. La pluma fuente The Paragon, en un 9250/00 de plata sólida y diseño ultra moderno, tiene un valor de €840.
El encuentro entre OMAS y Maserati no tiene nada de casual. Ambas firmas nacieron en Bolonia y en las dos es simple detectar una intensa pasión por la excelencia y exclusividad.
La edición limitada OMAS for Maserati –1,200 plumas fuentes y 715 estilógrafos rollerball– es un reflejo de estos valores y una interpretación aguda del espíritu deportivo y elegante del hombre que privilegia las dos marcas.
Fabricada en 9250/00 plata sólida y con un diseño aerodinámico que evoca el más moderno e innovador modelo de la casa automotriz –el Gran Turismo–, la pluma tiene una terminación satinada y finas incisiones que resaltan su forma cónica. La tonalidad exterior contrasta con el brillo del clip de la tapa y el plumín de oro blanco de 18 quilates. En este último pueden verse los emblemas de ambas compañías devotas del glamour. Cada pluma fuente de la exclusiva colección tiene un valor de €1,850.
ARTE ITALIANO
En la década del 30, las plumas OMAS resaltaban entre otros estilógrafos de celuloide por sus modelos, soluciones técnicas y amplia gama de colores y diseños. Así fue como la colección conocida como Wild pronto llegó a ser el inconfundible sello de la marca.
A través de ella, Armando Simoni quiso transmitir su particular visión de la Vía Láctea. No obstante, durante la Segunda Guerra Mundial la producción se suspendió. Fue recién en 1990 que volvió a la vida luego de una ardua investigación, utilizando los mismos métodos que en el pasado. Hoy, rebautizada como Arte Italiana, cuenta entre sus modelos a The Paragon y Milord, entre otros, cuyo proceso de fabricación es tan minucioso que toma 100 días. La pluma fuente The Paragon, en un 9250/00 de plata sólida y diseño ultra moderno, tiene un valor de €840.